El diablo Tun Tun

Hace 500 años los europeos llegaron por primera vez a tierras panameñas. Arribaron poco a poco a Bocas del Toro, el norte de Veraguas y lo que hoy se conoce como Colón en ese Caribe mágico de Panamá. Venían sobretodo de Andalucía, de esa África Ibérica que los antepasados del hombre empezaron a habitar hace un millón de años dejando su huella en forma de un arte que se fue renovando, sofisticando, sin olvidar sus raíces primitivas y mágicas, sin dejar de pagar tributo merecido a diablos y dioses antiguos y poderosos. Punto de paso, nacimiento y muerte de diversas culturas, a finales del siglo XV, cuando los primeros europeos se aventuraron a cruzar el oceáno misterioso, Iberia era al mismo tiempo África y Europa, Mediterráneo y Atlántico, punto de convergencia de latinos, germanos, celtas, vascos y moros que pronto, no lo sabían aún, se mezclarían con el hombre americano y nuevas oleadas de africanos para formar una raza más rica y compleja que la que habitaba Al-Ándalus hasta ese momento.

Nuevos dioses, nuevos diablos, nuevos ritos fueron el resultado de las nuevas alianzas culturales que se dieron en este otro punto de paso, la nueva Andalucía, la nueva África Ibérica en el Caribe, Babilonia en América. Cumbias, diablicos, salomas, el espíritu de Nuchu, bunde y bullerengue, la virgen guerrera, los dioses desconocidos y una lucha nunca concluida entre el bien y el mal, dios y el diablo, el blanco y el negro y el indio y el chino y el gringo que en Panamá se mezclaron libremente dando origen a una cultura que aún no es conciente de su singularidad.

Este sábado 14 de marzo en la antigua comunidad de Portobelo, pueblo ubicado en la hermosa bahía bautizada por Colón con el mismo nombre en 1502 y en la que reposan piratas famosos muertos por mosquitos, soldados y bucaneros que se enfrentaron a muerte en numerosas batallas, esclavos rebeldes que lucharon a muerte por la libertad, gente que dio todo por obtener parte de esas fabulosas riquezas que España sacó a la fuerza del sur de América y hogar de un Cristo tallado en madera negra que hace milagros a la gente humilde, se celebrará el Festival de Diablos y Congos 2009.

Fiesta antigua de origen desconocido. Mezcla de tradiciones más antiguas que el lenguaje escrito. Mezcla de esa riqueza cultural que en los últimos 500 años ha hecho de Colón su hogar. Diablos y Congos: enfrentamiento eterno entre las fuerzas que rigen el cosmos, y baile refugio y proclamación de libertad de antiguos esclavos. Este sábado el Diablo Tun Tun, que ya debe andar suelto por los callejones de Portobelo, será capturado y bautizado, mientras los congos hacen de las suyas burlándose del yugo de antiguos amos con su lenguaje lleno de sensualidad y ritmo pegajoso.

Fotos por el autor del Segundo Festival de Diablos y Congos 2001 en el Fuerte de San Gerónimo en Portobelo.