VICTORIANO LORENZO, LA MODERNIDAD Y EL FOTOPERIODISMO


Al pensar en Victoriano Lorenzo, en mi memoria se mezclan: el ser humano que participó en la Guerra de los Mil Días, el personaje de la novela de Ramón H. Jurado y de las leyendas que se repiten, y el héroe con rasgos mitológicos que alza su voz y, en nombre del pueblo, lucha contra las injusticias del sistema de poderes que, al menos desde hace 500 años, hemos padecido en Panamá. De eso no puedo decir nada nuevo, hay mucho para leer.

Muerte de Victoriano Lorenzo (presione sobre las fotos para ampliar)
Pero, como casi todo en mi memoria, antes que el personaje de estudio, Victoriano Lorenzo es una secuencia de imágenes: el hombre sentado ante sus improvisados jueces militares, vestidos con pomposos uniformes; el prisionero conducido hacia el final acompañado de un grupo de hombres armados en trajes oscuros, un tamborilero vestido de blanco y un perro tinaquero en lo que entonces se llamaba la Plaza Chiriquí; Victoriano en ese dispositivo oscuro frente al muro blanco al que lo amarraron y vendaron y en el que los curas le dieron la extremaunción; la persona ejecutada por este pelotón de fusilamiento disparando a muy corta distancia; y la imagen más poderosa de este imaginario, el cadáver del héroe de leyenda aún en esta especie de cepo, observado por las dos figuras en negras sotanas con biblias en la mano, erguidas sobre el muro blanco en el que hoy hay una placa y los domingos en la tarde venden raspao, molas y sombreros ecuatorianos.

No sólo son fotografías impactantes. Para mí, de forma simbólica, la muerte de Victoriano Lorenzo narrada en imágenes pocos meses antes de la fundación de la República, marca el momento en que Panamá entra de lleno al modernismo. Una vida de lucha que no termina con la muerte, que marca el paso hacia el futuro.

Algunos dicen que el fotoperiodismo nació en Alemania en 1925 con la invención de la cámara Leica y las primeras publicaciones de este tipo de reportajes. Al menos el fotoperiodismo moderno en el que el fotógrafo hace crónica de los hechos que observa, sin intervenir, con objetividad y utilizando técnicas narrativas. Es cierto que hay ejemplos previos de fotografías usadas para periodismo, sobre todo de 1890 en adelante cuando los periódicos pudieron imprimirlas por primera vez, pero se trata de ilustraciones y no historias contadas en imágenes como esas que se empezaron a publicar en la década de los 20 en Alemania. El mejor ejemplo, en Panamá, son las escenas tomadas durante la construcción francesa del canal y otras escenas de la Guerra de los Mil Días. Y es que el tamaño y dificultad técnica de uso de las cámaras, además de la poca sensibilidad y complejidad de manejo de las placas de material fotosensible, hacían que la fotografía fuera un oficio complicado, limitado a capturar la imagen de personas que posaban rígidamente para el fotógrafo, multitudes al aire libre o inmutables paisajes.

Para mí, esta secuencia de imágenes documentales tomadas un 15 de mayo hace 109 años, no sólo es un excelente ejemplo de crónica fotoperiodística, sino que es un ejemplo de modernismo: la tecnología al servicio de la historia, al servicio de la información, utilizada de manera anticipada en ese Panamá en el que se luchaba y se moría, multitudes en los campos de la guerra, pero sólo un hombre frente a un pelotón.

A manera de epilogo, poco tiempo después de fusilado Victoriano Lorenzo, fuerzas militares destruirían el periódico El Lápiz, que anunciaba en las paredes de la ciudad de Panamá la edición número 85 del 24 de julio de 1903, especial sobre el fusilamiento del líder coclesano. José Sacovir Mendoza, director del diario, fue brutalmente golpeado. Las instalaciones, destruidas. Los tipos de metal con los que se diagramaba el periódico, dispersadas en las calles. Ejemplo de lo que en Europa y Estados Unidos se llamaría en esa misma época 'nuevo periodismo', en El Lápiz se viviría por primera vez en el siglo XX panameño lo que se repetiría una y otra vez hasta el presente: la censura violenta de la prensa.