SOBRE EL LIBRO "LA ESCUELA SOBRE LAS AGUAS" DE LILIAN GUEVARA

Lilian Guevara.
La escuela sobre las aguas.
Toronto: El Hacedor, 2018.
ISBN: 9781775109501

Los humanos, animales desnudos y carentes de armas naturales como garras o colmillos, hemos dominado el planeta (y unos a otros) únicamente con el producto del pensamiento, del que hemos sacado todas las técnicas y las tecnologías que hemos necesitado para construir o destruir. Pero esa inteligencia ordenada que nos ha llevado más allá del cielo y nos sigue llevando al fondo de cada fenómeno del universo, es tan compleja que no sólo no nacemos con ella, sino que nos toma décadas desarrollarla. Y sólo podemos hacerlo con ayuda de esa creación del mismo pensamiento: la educación. La que nos dota de lenguaje, material con el que en la mente se crea el pensamiento y más recientemente, de la escritura, «el arma definitiva con la que cada día se repite el salto insuperable de la caverna hasta el mañana». La educación que en el mundo moderno se lleva a cabo, en mayor o menor medida, en esa institución que es la escuela.

Pero la escuela no es un sitio, ni un conjunto de métodos, ni un grupo de personas reunidas en un recinto en el que se dedican a educar y aprender o a experimentar y aprender, aunque sí sea, en parte, todo eso. Como el barco de la paradoja de Teseo, la escuela es una y es muchas, y cambia con el tiempo, con el recorrido mismo del ser humano que debe reinventarla a medida que evoluciona, a medida que se hace más complejo en el tiempo.

De eso trata La escuela sobre las aguas. De ese proceso, nunca sencillo, siempre sofisticado, muchas veces sorprendente, por el que se nos debería enseñar a todos a pensar. De esa institución que navega sobre aguas inestables, difíciles, en un clima cambiante en el que los gobiernos algunas veces invierten, pero en otras dejan perder lo invertido, con escuelas pauperizadas y estudiantes abandonados. De esos educadores que dedican su vida a lanzarse «una y otra vez para tratar de redimir a tantos niños y niñas», para enseñarles, con desprendimiento material. Y trata sobre los jóvenes estudiantes y la sociedad en las que éstos desarrollan su pensamiento, el recurso del que se sacan todos los bienes posibles y que debería ser el más importante para cualquier nación.

Los que conocen la pluma de Lilian Guevara, saben que en este libro se encontrarán textos apasionantes, hechos con altas dosis de sarcasmo, humor negro e ironía, tejidos con un lenguaje lírico riquísimo y sólidas ideas.

Texto de la contraportada

Pero en La escuela sobre las aguas encontrarán además una colección de personajes provocadores, delineados con inteligencia y preocupación social: la madre, que es la maestra y a la vez todos los educadores de vocación; Serafina la bisabuela que sin saber escribir funda una dinastía de mujeres de letras; la abuela, siempre brillante y con un conocimiento profundo del mundo; Josephine, la hija del panadero, eslabón débil de un sistema patriarcal injusto y retrógrado; Romina, la rebelde que reta al sistema; Fernanda, la huelguista con conciencia de clase pero miedo a los comunistas y su pequeña hija Ana que soñaba con ser, paradójicamente, de los comunistas; Octavia, la miss Escocia de pelo crespo; o Rattan, esa especie de papa Noel moreno que se dedica a recaudar la tasa o costo que no debería ser necesario pagar por el porvenir y la felicidad.

Personajes que se desarrollan en variados escenarios rurales y urbanos, del pasado y del presente, conectados por el agua que fluye por los paisajes o la luz que viaja en el tiempo. A través de ellos, la autora nos lleva a meditar sobre diversos problemas sociales, las transformaciones de las ciudades y, en consecuencia, de sus habitantes, las relaciones de poder, la dura situación en la que laboran y sobreviven los docentes, y las preocupaciones de los jóvenes que tratan de incorporarse a una sociedad desequilibrada y ambigua, casi siempre injusta. Todo, alrededor de la escuela, esa que apenas existe en el mundo rural, autosimilar a la urbana pública, pauperizada pero muchos órdenes de magnitud mejor, autosemejante a la privada, cargada de paradójicas deficiencias y costos que la sociedad neoliberal ha dedicado décadas en imponer a sus miembros sin necesidad.

La escuela sobre las aguas de Lilian Guevara es un libro necesario. En especial, en estos momentos en que la educación y el pensamiento, precisamente ese recurso, el de más valor, están en serio peligro.

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Lilian Guevara (Panamá, 1974) es investigadora social y escritora. Realizó estudios de filosofía en la Universidad de Panamá. Por varias décadas, ha dirigido proyectos de democracia y diálogo político, movimientos sociales, género, juventud, integración regional, desarrollo sustentable, comunicación alternativa, fomento cultural e investigaciones sobre cambio climático y extractivimo. Es editora de varios libros de ciencias sociales. Ha producido teatro. Es autora también de Mundos probables (Toronto: El Hacedor, 2016). Cuentos suyos aparecen en las antologías Aquí hay dragones (Managua: Parafernalia Ed., 2016) y Latinoamérica en breve (México: Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco, 2016).